Travesía e intervenciones por Canasí


Día 1ro sábado

Atravesamos el río con la mochila llena de piedras, el transporte no fue tan molesto, el río estaba claro y el día despejado, comenzamos por poner las piedras mani, en las orillas del río de donde las había sacado anteriormente, las separé, tratando de que quedasen en sitios que a pesar de ser  visibles no lo eran tanto ya que se camuflaban con  las otras piedras. Tomó parte de la mañana, ya eran cerca de las 12, al terminar fuimos a la playita a poner las stupas, el mar estaba realmente bello,  los restos de barquitos  portugueses pululaban por todas partes, sabiendo lo dañino que pueden ser tratamos de no toparnos con uno, en un sitio como éste lo mejor es evitar percances de ese tipo. Ponerlas fue un juego de niños, probar los lugares y los matices que cada uno de ellos le brindaba, está todo plagado de las chinas pelonas con las que confeccioné estas stupitas; es agradable traerlas de regreso, ya son como las 2pm, hay que apurarse.

Hay suficiente piedras grandes como para hacer unas cuantas stupas para el lugar, en la recogida de ellas sufrimos un pequeño accidente, ya que las piedras están en el agua por casi nada; a Eloy le roza un barquito portugués. Están terminadas, son cuatro, hora de almorzar.